viernes, 23 de marzo de 2012

Bernard Stiegler: El capitalismo como "Economía Libidinal"

Según, Jorge Alemán, el verdadero secreto del capitalismo reside en una economía política del Goce.  Se refiere a la operación, a través de la cual el sujeto conquista su realidad en ese "plus gozar". En ese sentido, el capitalismo, al igual que la pulsión es un movimiento circular que se autopropulsa alrededor de un vacio que obliga siempre a recomenzar.  Para Slajov Zizeck, desde el principio el capitalismo esta marcado por una contradicción mutiladora. Se refiere a una suerte de paradoja y por lo tanto, siempre busca el equilibrio pero va al límite. En efecto, el capitalismo es capaz de transformar su propio límite. Esta paradoja es que la define el plus-de-goce, "el goce como tal surge en el plus", en el excedente. Precisamente el capitalismo solo puede sobrevivir revolucionando incesantemente sus propias condiciones materiales.
En una entrevista realizada a Bernard Stiegler sugiere que el problema del capitalismo en el siglo XIX era fabricar productores para servir a las maquinas, el del siglo XX es crear consumidores que absorban la producción. (...). Por otra parte, asegura que para fomentar el deseo de consumir, los comportamientos de los consumidores son formateados y sus deseos fabricados artificialmente.


Pero para que sea posible,  la industria americana puso en marcha una serie de técnicas de marketing (imaginadas desde los años 1930 por Edward Bernays, un sobrino de Freud) hasta lo que hoy en día llamamos capitalismo cultural, que ha llegado a un grado ultra-perfeccionado. Apoyándose en especial sobre los medios audiovisuales, se condiciona al consumidor cuales perros de Pavlov que babean con sólo oír el sonido de una campanita -sugiere Stiegler.
Foto: Ivan Pavlov y su famoso laboratorio.

Edward Bernays (Sobrino de Freud) y la publicidad.

Para Bernard Stiegler el capitalismo es una “Economía libidinal” (économie libidinale) que reposa sobre los procesos maquinicos, esto ya fue analizado por Marx como parte de los procesos de externalización del conocimiento, aunque no lo había pensado en términos de economía libidinal. En ese sentido, Para Bernard Stiegler la llamada economía libidinal, en su forma actual, ha llegado al agotamiento del deseo y por lo tanto, se convirtió en auto-destructiva. Al respecto, tanto Patrick Artus y Jean Peyrelevade han comenzado hablar de la naturaleza destructiva del capitalismo, pero ese es otro capítulo.
Según Bernard Stiegler  actualmente estaríamos viviendo una mutación de la economía libidinal, es decir, la sublimación. Lo que quiere decir que tanto la ciencias, las actividades en general, están girando hacia una sublimación que necesita de « agenciamientos nuevos » parafraseando a Deleuze, nuevos acecinamientos entre iniciativas privadas, bancarias, industriales, iniciativas de investigación y desarrollo, y una nueva forma de poder público. Para este filosofo, el deseo al ser tratado de manera industrial termina por destruir el deseo.
Bernard Stiegler
Desde luego la libido está constituida de Técnicas, no es una energía que se desarrolla de manera espontánea, sino que está articulada alrededor de tecnologías, de fetiches, de prótesis. Hay una suerte artefactualizacion de lo viviente que constituye la libido, Freud no lo pensó, pero el capitalismo lo tiene claro, y utiliza el poder del artefacto como captación del fantasma, a fin de fijar la libido sobre sus propios objetos.
Según Bernard Stiegler  el capitalismo ha terminado por destruir todas las estructuras que constituyen la condición de funcionamiento de la libido; en ese sentido, el capitalismo ha terminado por captar la libido por la desingurizacion, de modo que una libido desingularizada no es más que una pulsión.  Hoy, el capitalismo va al límite y ha transformado la libido en pulsión.

Según este filosofo la obligación de la hipermasifiacion de los comportamientos, promovido por el capitalismo cultural debe también hipermasificar los DESEOS, cuando el deseo es precisamente lo que es singular. La contradicción sobre la cual se basa este sistema lo condena a la autodestrucción.
(...)
Cuando nosotros nos relacionamos vemos en el otro aquello que llevamos en nosotros, todos somos portadores de una singularidad. "El capitalismo cultural quiere captar esta energía para desingularizarla, porque su enemigo es la singularidad. Necesita realizar economías de escala, para producir productos industriales totalmente calculables y administrables. Entonces crea falsa singularidad, espejismos… vivimos en una sociedad de rebaños...

Con la obligacion de la hipermasifiacion de los comportamientos, el capitalismo cultural debe también  hipermasificar los DESEOS, cuando el deseo es precisamente lo que es singular. La contradicción sobre la cual se basa este sistema lo condena a la autodestrucción.
(...)
Cuando nosotros nos relacionamos vemos en el otro aquello que llevamos en nosotros, todos somos portadores de una singularidad. "El capitalismo cultural quiere captar esta energía para desingularizarla, porque su enemigo es la singularidad. Necesita realizar economías de escala, producir productos industriales totalmente calculables y administrables. Entonces crea falsa singularidad, espejismos... vivimos en una sociedad de rebaños...
 

domingo, 4 de marzo de 2012

EL CAPITALISMO MODERNO SIGUE SIENDO "DIVINO"

En  una inquietante entrevista, Thomas Macho, señala que aun el capitalismo se manifiesta como el maestro creador de mundos, y se refuerza gracias al culto de “ir de compras”, asimismo, aparece el deudor como un creyente en un mensaje de salvación económica. Asimismo, subraya que hoy la economía mundial tiene es don cuasi-religioso, un rostro inspirador e inexpugnable.

Más adelante, nos recuerda que Walter Benjamin describía el capitalismo como una religión sin teología y el dogma, como un culto que persiste de forma constante. Este crítico  y teórico del arte, estaba fascinado por la interacción entre culpa moral (Schuld) y la deuda financiera (Verschuldung) en la economía - y por la idea de que el capitalismo en secreto espera a los intereses de un Dios ausente en el proyecto de una salvación final a través del aumento ilimitado de su deuda propia, asegura Thomas Macho

Podemos decir que el capitalismo moderno sigue siendo "divino".
Sin embargo, Thomas Macho señala que hoy en día vivimos una fase muy crítica para el capitalismo neoliberal, ciertamente, a cada etapa le dio origen y rompió sus propios tabúes: por ejemplo, los tabúes de la nacionalización, del desempleo masivo, la inflación y el proteccionismo.

Retomando el aura divino del capitalismo, subraya que las salas virtuales son sagradas -en su potencial infinito e inmaculado, en la promesa de la comunicación sin cuerpo más allá de los límites posibles de tiempo y espacio. No sólo la alegría quiere la eternidad, el consumo también lo quiere. La ritualización de la tienda por departamentos continúa en la arquitectura virtual del ciberespacio. Eso está ligado a la nueva abstracción de la estética de los productos básicos - de valor de utilidad a nombre de la marca. Esta transición formar lo concreto a lo imaginario es una tendencia básica del capitalismo que se supone conserva

VER MAS 
“Capitalism Is Still Divine”. An Interview with Cultural Scholar Thomas Macho: http://www.goethe.de/ges/soz/wsc/en4476268.htm
Der göttliche Kapitalismus: Ein Gespräch über Geld, Konsum, Kunst und Zerstörung mit Boris Groys, Jochen Hörisch, Thomas Macho, Peter Sloterdijk und Peter Weibel (i.e., Divine Capitalism. A Conversation about Money, Consumption, Art and Destruction with Boris Groys, Jochen Hörisch, Thomas Macho, Peter Sloterdijk and Peter Weibel). Edited by Marc Jongen. Wilhelm Fink Verlag 2007, ISBN 978-3770543687, 9,90 euros.

sábado, 3 de marzo de 2012

LA PROCREACION HUMANA. LA SOCIOLOGIA DEL ABORTO.



                                                                        Foto de Luc Boltanski, fotografo Aldo Fontana

Reseña de Matthias Bohlender.
Boltanski, Luc: Soziologie der Abtreibung: Zur Lage des fötalen Lebens. Frank-furt a. M., Suhrkamp, 2007, 541 páginas. ISBN-10: 3518584758 / ISBN-13: 978-3518584750

¿Pero cómo son procreadas las personas? ¿Y cómo es posible descubrir la esencia que no logra ser procreada en tanto ser humano? Estas son justamente las dos preguntas que trabaja el libro de Luc Boltanski sobre “la situación de la vida fetal”, el cual también puede ser titulado como una “sociología del aborto”2. Se trata de una obra larga y de varias facetas que analiza el fenómeno del aborto con los métodos de la lingüística estructural y de la sociología empírica, así como también de la historiografía y de la antropología social. En el centro de la investigación subyace la tesis respecto a que el aborto no representa el contrario de la reproducción, sino que éste en cierta medida está contenido en ella. El aborto aparece como el par inevitable de la reproducción, en cuanto ésta no es pensable ni practicable sin la posibilidad del aborto. Sólo cuando sabemos cómo son procreadas las personas en una sociedad, podemos averiguar algo sobre la constante normalidad y problemática del aborto.
(...) el proyecto de tener un hijo no es solo un reflejo de procreación política del nuevo capitalismo, sino que es también un elemento resistente a sus efectos: corta temporalidad, fragmentación y dificultad para establecer vínculos. La decisión conciente, en contra de la brutal velocidad del ritmo de vida capitalista, de proyectar un hijo justamente requiere esta reflexividad, necesidad y – como acentúa Boltanski – imaginación de que ahora se puede lograr la autenticidad de la vida. La enorme preocupación multimedial, caritativa y científica que hoy en día este proyecto obtiene desde la confirmación del feto no es sólo un producto de la medicina prenatal, sino que es también el resultado de este anhelo por autenticidad.
¿Pero cómo se concilia el aborto con esta nueva avenencia? ¿Cuál es el precio que se ahora se debe pagar? Antes existía el asesinato de niños y el abandono de los vástagos considerados como ilegítimos. En la nueva avenencia se está obligado a operar de una manera más difícil. Boltanski postula que ahora que el aborto está legalizado, éste se concilia sin grandes problemas con normalidad cuando es un aborto de algo inexistente; por ello habla él de una manipulación ontológica del feto.

VER MAS!!! http://www.revistas.uchile.cl/index.php/RDS/article/viewFile/14493/14806